Escamas de pobreza

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Por Sandra Russo

(APE).- Los médicos del Hospital San Roque, de Paraná, Entre Ríos, parecían asombrados, afectados por la visión del pequeño cuerpo inerme. Y eso que los médicos de los hospitales públicos entrerrianos están acostumbrados al paisaje de la desnutrición. Según datos correspondientes al segundo semestre de 2004, el 49,1% de los menores de 14 años del Gran Paraná son pobres y el 20,7% son indigentes. Pero este bebé de dos meses que murió la semana pasada exhibió otras marcas de la extrema pobreza, y despertó el escalofrío de una ruta marcada hacia adelante. Este bebé “parecía un viejito de dos meses”, dijeron voceros del hospital con el horror todavía pegado a los ojos.

 

La consulta de la madre, una mujer pobre que vive con su familia en una casilla del barrio Moscón, fue en principio al servicio de Dermatología. Es que el bebé padecía escabiosis, es decir, sarna en estado avanzado. Había nacido con 3,100 kilos y en el momento de la consulta pesaba solamente 2,2 kilos. Estaba completamente desnutrido y deshidratado, tenía la piel pegada a los huesos y el cuerpo cubierto por las escamas de la escabiosis. La sarna no fue el motivo de la muerte, dijeron los médicos. La repentina falla de la bomba cardíaca se debió a la desnutrición. La sarna fue, más bien, la marca indudable del extremo de indignidad con el que este mundo recibió a esa vida.

Los médicos del Hospital San Roque no disimulaban el escozor que provocó este caso de muerte por desnutrición. “Hace años que no veíamos una desnutrición en tercer grado tan extrema. El bebé parecía momificado. Daban ganas de llorar, y también bronca porque uno piensa cómo pudo llegar a ese estado esa criatura”, dijo uno de ellos. Los padres del bebé son desocupados, tienen otros cinco hijos y no suelen llevarlos a las consultas rutinarias en los centros de salud. La familia, de apellido Taborda, se deja llevar por la inercia de la indigencia, ésa que incluso ignora sus derechos, sus opciones, sus alternativas. Que esa gente ignore todo eso es parte de la dinámica que los hace indigentes. La ignorancia en general es parte de la dinámica de los expulsados.

“El cuadro era horroroso. Aquí tomamos fotografías que obviamente no podemos publicar, pero hay autoridades que tienen que ver el caso”, apuntó otro médico. La sarna la padece toda la familia del bebé. Tres hermanitos fueron atendidos por esa enfermedad que no es atribuible ni al destino ni a la fatalidad, como la desnutrición que los afecta. En Paraná, el desempleo trepa al 7,7% de la población económicamente activa. Ese índice no contempla a los que ya no buscan trabajo. Es un índice que sólo registra a los que aún no se dieron por vencidos, en un sistema cuyo objetivo parece ser el de vencer la voluntad de los pobres.

Fuentes de datos: Diarios La Nación e Infobae 19-10-05 / Informe Digital 18-10-05 / INDEC Encuesta Permanente de Hogares Continua 2º Semestre 2004

 


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