Los nuevos desiertos

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Por Carlos del Frade

(APE).- El billete de cien pesos, el máximo valor económico que suele aparecer en la vida cotidiana de los argentinos, tiene al general Julio Argentino Roca en su cara y parte del ejército cruzando el río Limay en su anverso, el inicio de la llamada conquista del desierto.

El desierto no existía como tal.

Había familias que integraban los pueblos originarios de la Patagonia.

Crearon el desierto después del desalojo compulsivo, del terrorismo de estado que propició la concentración de tierras en pocas manos.

Y aunque el billete no suele frecuentar seguido el bolsillo de las mayorías argentinas, sí es un hecho repetido la continuidad de los desarraigos obligados, impuestos.

Repetidas conquistas del desierto en la historia argentina, eso si, sin pintores dóciles ni inmortalizaciones en billetes. Pero desalojos violentos contra los nuevos indios del tercer milenio se multiplican con aquella lógica, hacer que las tierras ocupadas sean patrimonio de pocos y con finalidades comerciales antes que humanitarias.

Eso ocurrió en Esteban Echeverría, una nueva versión de la conquista del desierto.

Casi un millar de integrantes de la caballería, infantería, brigada antimotines de la Bonaerense, mostraron su ferocidad para echar a quinientas familias que no tienen vivienda propia.

-Fue sin violencia -dijo el increíble intendente del lugar, un tal Alberto Groppi, al describir aquella invasión de topadoras y policías contra más de dos mil personas desesperadas que estaban en el lugar desde hacía un mes.

Y agregó que "las personas que pertenezcan al partido de Esteban Echeverría y cumplan con los requisitos que se impondrán" podrán acceder al "Plan Federal de Vivienda impulsado por el presidente Kirchner y el gobernador Solá", sostuvo el intendente.

En realidad estaba expresando el punto de vista de aquellos vecinos del barrio que se habían declarado en estado de alerta y movilización por la presencia de las familias sin techo, por los nuevos indios contra quienes reclamaron las renovadas versiones de la conquista del desierto.

Ellos, los vecinos bien pensantes, manifestaron en distintas concentraciones su temor por la "inseguridad cada vez mayor desde la presencia del asentamiento", informaron distintas fuentes periodísticas.

Uno de ellos había exigido: "Queremos que se terminen con las trabas políticas y que el barrio vuelva a la normalidad. En las últimas semanas aumentaron los robos y la ola de inseguridad es cada vez mayor, ya no se puede seguir así, merecemos que hagan algo por todos nosotros", dijo el hombre.

Después vinieron las tropas de la Bonaerense, cruzaron el Limay imaginario y continuaron con la conquista del desierto.

Desde el billete de cien pesos, el general Roca sonríe satisfecho.

Su ejemplo continúa siendo un faro en la Argentina del tercer milenio.

Fuentes de datos: AUNO (Agencia Universitaria de Noticias y Opinión) 04-10-06 / Agencia InfoRegión 28-09-06 y 03-10-06


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