¿Excepción o norma?

|

Por Silvana Melo

¿Qué círculo infame debe trazar la vida para que un niño de catorce años muera por una bala clavada en el medio de su inocencia? ¿Qué trampa sistémica se activa cuando un estado de excepción se convierte en normalidad y un niño de catorce muere entre las balas? ¿Dónde están los delincuentes? ¿Son los que arrebatan una cartera, disparan, matan y se refugian en la 1-11-14? ¿Son los que les dejan libre la cancha para el ejercicio de esa normalidad que debería ser excepción? ¿Son los que permiten y allanan el camino para la bala que entró en la cabeza de Brian? ¿Son los ladrones en moto o los policías en patrullero? ¿O son ambos? ¿Qué estado determina la muerte de un chico de catorce años en la tarde de la nochebuena? ¿El de excepción o el de la norma?

¿Es el estado de los barrios el que describía Giorgio Agamben? ¿Es el estado de excepción la norma en Flores? ¿Y en Mataderos y en Lomas y en Temperley y José León Suárez? ¿Son los Brian daños colaterales del sistema? ¿Son las víctimas excesos de un estado de excepción? ¿O son los sacrificios necesarios para que la norma siga en pie? ¿Cuál es la norma? ¿Es la muerte de los inocentes y el reinado de los canallas?

¿Es la fatalidad la que construye una escena donde los delincuentes huyen y un auto con un hombre y un niño cruzan en sus coordenadas justo a la hora de la muerte? ¿Es la fatalidad o es la lógica de la vida a-normal en los barrios donde la excepción es la ley?

¿Es excepción o es norma que muera un niño de catorce años por una bala desquiciada en su cabeza? ¿Es excepción o es norma que muera un niño?

¿Es excepción o es norma?

¿Qué es?

Edición: 3302

 

 


Suscribite

Suscribite al boletín semanal de la Agencia.

Sobre la fundación

Fundación Pelota de Trapo nació hace décadas para abrigar de las múltiples intemperies a niñas y niños atravesados por diferentes historias de vulnerabilidad social.

Sobre la agencia

Agencia Pelota de Trapo instala su palabra en una sociedad asimétrica, inequitativa, que dejó atrás a la mayoría de nuestros niños y donde los derechos inalienables de la persona humana solo se cumplen para unos pocos elegidos por la suerte