Por Alfredo Grande Migas el tiempo del reloj. ProfundoBanal su pensamiento siempre esquivoAquel que supo ser permanente fugitivoEncierro que es ahora el último segundo Dejó la queja. Pensó en un mundoQue lo dejara pleno y pensativoY quizá el azar es siempre transitivoPero su reloj tomaba el rol de lo rotundo. Apretó la copa. Por poco el vidrio se hizo añicosEl último segundo de un 2022 ya enterradoAsí están los pibes, las pibas, tantos chicos Otro año que miente calendario. Cautivadopor ruidos luces. Con la rapiña entrenando picosEl primer segundo. El año nuevo había terminado.