Asambleas por los pibes

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Por Carlos del Frade

(APE).- La nena tenía doce años y se murió porque estaba mal alimentada. Creció en Hernández, una pequeña localidad del centro entrerriano, cercana a Nogoyá, donde las cuchillas del territorio inventan verdes ni siquiera soñados por Picasso.

En la tierra que ahora cobró fama internacional por la lucha en defensa del medio ambiente, murió una nena de doce años porque no tuvo la comida necesaria y suficiente.

La provincia gobernada por Jorge Busti, quien se desgarra las vestiduras por los males que provocará la pastera Botnia y que, sin embargo, jamás dijo una sola palabra del terrible índice que ubica a su ciudad, Concordia, de la que fue intendente, como el peor lugar para las chicas y chicos del país.

El doble discurso del gobernador es directamente proporcional a las contradicciones de las peleas del presente.

No hubo asambleas por el estado de la niñez en ciudades y pueblos entrerrianos.

Por eso una nena de doce años inició el viaje a la pampa de arriba muy antes de cualquier tiempo previsible.

No es culpa de las mayorías, pero quizás haya una responsabilidad concreta a la hora de tomar conciencia por las urgencias del presente.

No se pudo cortar el tránsito a la miseria impuesta y que termina por explotar en los cuerpitos de las pibas y pibes de la provincia atravesada por aguas dulces, marrones y siempre pletóricas de vida.

Piquetes por las nenas de doce años.

Asambleas por ellas también.

Aunque el señor gobernador Busti, el de mirada fría y lengua caliente contra papeleras y hermanos uruguayos, el funcionario que no pronuncia una sola oración por sus niñas y niños, no lo quiera o no lo admita.

La noticia dice que la chiquita “poseía parálisis cerebral mal atendida que habría originado la muerte, pero ingresó con un evidente cuadro de falta de alimentación y en estado delicado”.

Su mamá le contó a los periodistas que no tenía con qué darle de comer.

La policía entrerriana, la misma que hace un año fue homenajeada por Busti a través de un monumento, acusó a la mamá por “supuesto abandono de persona”.

El secretario de Salud de la Provincia, José María Legascue, dijo que la chiquita "estaba postrada todo el tiempo, y quizá poseía cierto grado de desatención familiar que la delicadeza y extremos cuidados que esta enfermedad requiere. No se trata estrictamente de desnutrición, sino de una involución física paulatina de base neurológica", argumentó el funcionario de la administración Busti, la misma que protesta contra las pasteras y ningunea los números oficiales que hablan de la condena cotidiana contra los pibes entrerrianos.

Como siempre, el sistema se las ingenia para que la culpa sea cargada en la mochila existencial de las víctimas.

En la provincia que defiende el medio ambiente, una piba de doce años murió como consecuencia de muchas hipocresías acumuladas.

Fuentes de datos: El Diario - Paraná 22-02-07 / Clarín 23-02-07 / El Once - Entre Ríos 23-02-07 / Análisis de la Actualidad 22-02-07

 


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