No son nuestros compañeros

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(APe).- Son el sistemático brazo del Estado para el ejercicio monopólico de la violencia. Son los que espían y se infiltran desde el Proyecto X. Son los que apenas unos días atrás apresaron a cooperativistas en la Panamericana, los golpearon y los detuvieron en Campo de Mayo, paradigma de la represión ilegal. Por orden y gracia del mismo poder político que hoy les rebaja los salarios. Son el brazo represor del Estado que disciplina y pone en caja a la protesta social. Son el dedo multitudinario de la ley antiterrorista, que señala a pobres, villeros, pibes morochos, desterrados, confinados, peligrosos elementos que amenazan el sistema y de los que hay que defenderse fieramente, quitando fuerzas de los mares y las fronteras.

 

Son los que no nos cuidan, nos castigan. No nos protegen, nos persiguen. No se suman a nuestras luchas por el pan y la dignidad, nos combaten. Son los que, cuando consigan sus propias reivindicaciones en su lucha desde la fuerza y el miedo, volverán a erguirse brazo represor y muerte por la espalda.
No son nuestros compañeros.
Son los que llevan las armas de quienes se obstinan en impedir nuestra nueva y arrasadora utopía de la vida.

 


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