Tres obispos santafesinos en viaje al siglo XIX

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Por Carlos del Frade

(APe).- “¿Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma?”, cantaba Daniel Viglietti en los años setenta y ochenta. Consecuencia del documento de los 18 obispos por el Tercer Mundo del 15 de agosto de 1967, casi un millar de sacerdotes y monjas de la Argentina decidieron encarnar la lucha de los crucificados del sistema contra los crucificadores. En aquellos años, seminaristas, mujeres consagradas y hasta obispos fueron asesinados. Uno de ellos, ahora, Arnulfo Romero, serán santificado. En buena hora. Pero no es lo único que dice el Santo Padre que vive en Roma. También sostiene, Jorge Bergoglio, el Papa Francisco I, que la práctica de un aborto es similar a la contratación de un sicario. Frase difícil de entender en la boca de un hombre inteligente.

En la provincia de Santa Fe, donde Bergoglio estuvo muchas veces, los arzobispos Sergio Fenoy, de la ciudad capital, y Eduardo Eliseo Martín, de Rosario y presidente de la Comisión Episcopal de Educación y el obispo Luis Fernández (Rafaela) se reunieron con un grupo de senadores santafesinos y con el vicegobernador de Santa Fe, Carlos Fascendini, a raíz de la media sanción del proyecto de Ley Provincial de Educación por parte de la Cámara de Diputados.

Sostuvieron que ley “hegemoniza la educación al concentrar en el Estado todas las decisiones, no respetando la realidad de una sola Educación Pública con una gestión estatal y otra privada”.

En segundo lugar, “al afirmar que la educación es gratuita, laica, única y plural excluye a una parte del Sistema Educativo Provincial: la educación confesional y religiosa; desconociendo la Constitución Nacional y Provincial, como también la Ley Nacional de Educación”, afirmaron.

Y, por otra parte, “excluye el derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos, relegando a la familia como agente primario y natural de la educación”, y “limita la Educación Sexual Integral a la sola perspectiva de género, por lo que plantea un reduccionismo de la persona”.

Además, advirtieron que “descarta de la Formación Docente a todo agente que no sea el estatal provincial, lo que supondría una visión restrictiva, manipulable y politizada”, y “relega la educación de gestión privada al no darle la verdadera y exacta dimensión que tiene, desdibujando su estructura; considerando el aporte salarial como una facultad del Estado y no como un derecho; restándole importancia a la capacitación que ofrece este sector; tratando temas laborales que no son de su competencia; entre otros”.

La provincia de Santa Fe, gracias a estas “sugerencias” de los obispos y los oídos sensibles de los senadores, ingresará al año número 70 sin tener una ley de educación. Una deuda fenomenal, una vergüenza monumental.

La cúpula de la iglesia santafesina, no sus sacerdotes y monjas de base, no en sus escuelas que se levantan como única presencia de valores en comunas pequeñas y olvidadas, si no en sus obispos, salvo excepciones, es la que protegió a Egardo Storni y lo envió a una casa especial a La Falda para que termine sus días allí y no en la cárcel donde debió concluir su existencia por los abusos cometidos contra seminaristas.

Estos obispos mienten porque los representantes de los colegios confesionales fueron recibidos por los integrantes de la Comisión de Educación de la cámara de Diputados y también por el gobierno provincial.

Y también faltan a la verdad cuando afirman que no están contemplados los subsidios a las escuelas privadas o que los padres pueden elegir el contenido de la educación de sus hijas y sus hijos.

La sanción de la ley 1420, en 1884, determinó que la educación es un derecho que debe garantizarse por el estado, no un menú de restaurante del que se puede elegir según el capricho del comensal de turno.

Los tres obispos quieren llevar la discusión a etapas anteriores a la conformación del estado argentino y cuando discuten la Educación Sexual Integral que está contenida en esta Ley Provincial de Educación quieren, en realidad, tener el dominio sobre las cabezas y los cuerpos de las chicas y los chicos, en especial los cuerpos de las chicas.

Mientras tanto, el Santo Padre que vive en Roma, dice que la práctica de un aborto es similar a contratar un sicario.

Fuentes: Agencia de Informativa Católica Argentina; Diario “El Litoral”, Santa Fe, viernes 5 de octubre de 2018; Ley Provincial de Educación que cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe; investigaciones del autor de esta nota que fue también el autor del libro “La iglesia y la construcción de la impunidad”, en 1995.

Edición: 3725


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